La primera parte de "El nido" la escribí el 9 de Junio. Entonces vi como lo iban construyendo una pareja de codirroyas, en el leñero. Hoy he visto los pajaritos con el pico abierto esperando los gusanos que sus padres les llevan... ¡Que sentimiento de ternura mas grande!... Los padres vuelan sin cesar alrededor de ellos y siempre llevan en el pico algún insecto.
El nido está justo debajo del tejadillo del leñero, en un madero. Encima está la ventana de la cocina, donde está la jaula de los periquitos. Casi lo podemos tocar.
Es el milagro de la vida que nunca deja de sorprender.
Voy a estar como Rodriguez de la Fuente, pero sin cámaras, viendo cómo aprenden a vivir. Este año han elegido el lugar mejor del mundo porque no les falta comida, ni agua, ni tranquilidad. Los llamamos codirroyas. Tienen las plumas de la cola rojas, de ahí su nombre.