" NADA HAY MÁS NUEVO QUE EL AMANECER DE CADA DÍA " - EMPIEZO EL BLOG EL 3 DE JUNIO DEL 2.010 - (mi refugio)
28/2/13
H. Lanuza XI (Marcos)
TRABAJOS A
LO LARGO DEL AÑO
En el mes de enero, aparte de darles de comer a los
animales que teníamos en las cuadras y cuidarlos, ordeñar las vacas lo primero,
porque a las 9 de la mañana llegaba el camión de la leche a recogerla, se
mataban los cerdos y se hacía el mondongo para todo el año, longaniza, chorizo,
salchichón, butifarra, bispo, chichones, morcillas y tortetas. Estas dos cosas
se hacían con la sangre que se recogía de los cerdos al degollarlos.
Para matarlos hacía falta tres o cuatro personas, el
matarife lo cogía con un gancho, los demás lo tumbábamos encima de un cajón de
madera que se llama bacía, cogiendo una pata cada uno, el matarife lo degollaba,
una mujer con un pozal de cinc cogía la sangre, al tiempo que salía la removía
con la mano para que se quedara líquida porque sino se cuajaba.
Una vez muerto, se ponía dentro del cajón y se le
echaba agua hirviendo para pelarlo, con dos cuerdas que se habían
puesto por debajo se le daba dos vueltas para que se remojara por todo el
cuerpo por igual. A continuación con unas cazoletas se pelaba y se quedaba
limpio y afeitado, en casa los entrábamos a la bodega para colgarlos, el
matarife, que solía ser Emilio de Cayeteno o José de Diego, lo abrían de arriba
a bajo, le sacaban las tripas y se dejaba secar hasta el día siguiente por la
mañana.
Las tripas las lavábamos en una fuente que había junto al
puente del río Gállego, que el agua estaba medio caliente, había años que había
grandes nevadas y mucho frío, pero había que hacerlo. Los dos días que duraban
las faenas, nos ayudaban Cándida y Amparo, también yo les ayudaba en sus casas,
sobre todo en la matacía, en el río para lavar, capolar la carne y llenar los
intestinos. A continuación se hacían las morcillas y las tortetas que se cocían
en una caldera. Para comer ese dia en alguna casa, le cortaban un trozo de
oreja al cerdo para hacerla con judías.
Al dia siguiente, se descuartizaba el cerdo, se hacían en piezas, los jamones,
espaldares, blancos, costillares, lomos, y los recortes de estas piezas que
eran bastantes, se empleaban para hacer los embutidos. Se capolaba la carne con
una máquina pequeña que funcionaba con el brazo y después se ponía separada
cada cosa en un terrazo de tierra, parecido a una palangana pero en grande. Se
condimentaba a cada cosa lo suyo y se dejaba reposar hasta después de comer que
se empezaba a llenar los intestinos con la misma máquina de capolar pero sin
torno. Una vez llenos, los colgábamos en el pasillo de arriba que aún se
conservan los clavos y allí estaban hasta que se secaban, todo lo demás se
ponía con sal en un arcón grande de madera que se llamaba, saladero. Los lomos
y costillares, a los seis o siete días
de estar en sal, se cocían y se ponía en conserva con la misma grasa del cerdo.
Y este era la despensa, guarda carne o congelador para todo el año.
Esos dos días eran de mucho trabajo, mi madre se levantaba
a las seis de la mañana para encender la caldera que ya estaba llena de agua
para cuando llegara al matarife, que estuviera hirviendo, antes de empezar las
tareas, se tomaban una copa de anís con galletas o magdalenas, no se podía
tocar la carne en ayunas, al terminar la matacía del segundo cerdo, se
almorzaba una chichorra asada, después de mirarla en el veterinario, así se
aguantaba mejor el frío que se pasaba para lavar las tripas en el río.
En todas las casas se recriaban uno o dos cerdos, solían pesar
sobre los 150Kg en limpio ( 12 arrobas), excepto el de Chandón que pesaba la
16, cuando lo bajaban por la calle para matarlo, salíamos todos a verlo, era el
más gordo. En las matacías se producían anécdotas. Una vez en casa de Diego,
matan uno lo meten en la bacía ya muerto sin sangre, le echan el agua
hirviendo, se levantó de la bacía y se salió a la calle. Para hacer estos
trabajos, nos ayudábamos unos a otros,
sólo los de casa era imposible hacerlo.
Serie de fotos de la matacía |
En el mes de Febrero, aparte del Carnaval que ya he
contado, si no había nieve que muchos años pasaba (menos en éste que hay
cantidad, 2009) se encubaba, esto era volver a llenar los toneles o cubas de
vino para todo el año. Traían el vino a granel en botos de cinco cántaros,
50 l., se subía al hombro hasta cada casa, esto se hacía con la luna en cuarto
menguante, a continuación, se rellena el tonel de vino viejo con vino del año
anterior, éste es el que se sacaba en las rondas con cosas dulces, así como en
las invitaciones en las casas. Se sigue haciendo pero con menos consumo, a los
jóvenes no les gusta, se van a la
CocaCola.
En este mes, se llevaba el estiércol a los prados. Esto se
hacía con los machos, a carga, en los esportones; un esportón era la unión de
dos sacos abiertos por una costura y cosidos por la boca, así quedaba un
cucurucho a cada lado del macho. Se dejaba a montones por los campos para luego
tenderlo y más adelante pasarle unos artos con unas piedras encima tirado por
un macho, se quedaba molido.
Con las vacas en las cuadras quedaba poco tiempo para
hacer faenas en el campo. Excepto el centeno que se sembraba a finales de agosto,
la siembra de los cereales se hacía en los primeros días de marzo. Un año en
las Cotatiechas, lo sembramos el día seis de marzo de trigo y lo segábamos a
mediados de agosto, salió seis mil kg. en 7.500m2 y lo vendimos a seis pesetas.
Se limpiaban los prados sobre todo las orillas pues las
zarzas crecían como diablos. Se despedregaba los campos que se había sembrado
trébol o alfalfa el año anterior, para luego poder dallar sin tocar la piedras.
A finales de marzo o primeros de abril se celebraba la Semana Santa , en la Iglesia se montaba un
monumento con dos soldados romanos uno a cada lado, en el altar se colocaba un
sagrario que después de la misa del Jueves Santo el cura colocaba allí el copón
con las Hostias Consagradas ( El Santísimo ) y se veneraba desde la misa del
Jueves hasta la tarde del Viernes Santo. Había dos reclinatorios que ocupaban
dos personas a turno una hora cada pareja iban todos los vecinos, y el Viernes
después de todas las ceremonias, se hacía una procesión por el pueblo con el
Santo Cristo que estaba debajo del coro (ahora está en el pueblo de Marracos).
Para la misa del Viernes Santo, se avisaba con las carraclas y matracas por las
calles, no se podían tocar las campanas hasta el sábado. El domingo se
celebraba la Pascua
de Resurrección; después de la misa de Pío XII cantada por el pueblo, las
mujeres habían preparado una comida especial, el mejor pollo del corral lo
guardaban para el día de Pascua y para postre, natilla de la leche NATURAL DE
NUESTRAS VACAS, en mi casa la natilla era con galletas mojadas con café, te
chupabas los dedos.
El día de Jueves Santo un año, contaba mi madre que mi abuela
Felisa había guisado una perola de patatas con carne (no habría mucha), cuando
fueron a comer debía quemar bastante y la puso en la ventana para que se
enfriara; la dejó abierta y como la puerta de la cocina, no estaba del todo
cerrada porque si no se les hacía humo, habría corriente y se cerro la ventana
de golpe, por lo cual la perola se fue al corral y se quedaron sin comer. Mi
abuela les dijo ¡ Dios nos ha castigado por poner carne hoy! Y es que antes
entraba dentro de la vigilia.
El martes de Pascua, el cura iba por todas las casas
echando la bendición a la casa y a los animales en las cuadras. También se le
daba la albada, a esto se le llama la recogida de los productos que se
entregaban tanto a los mozos y a los críos en las rondas como al cura cuando
echaba la bendición.
Aparte de esto, se empezaban a arreglar los huertos para
plantar las hortalizas, se preparaban las tierras para sembrar las patatas en mayo.
Las tierras se labraban con dos machos el que los tenía y el que no, se juntaba
con un vecino o familiar y así se hacían los trabajos mejor. Un macho sólo no
podía labrar; los dos se ponían paralelos y se les colocaba el yugo en
el cuello, como el que tenemos en el patio, pero con colleras de lana y se les
enganchaba la reja, como la que tenemos colgada en el corral o la vertedera que
era parecida pero con una teja.
El hecho de ponerles el yugo y la reja a los machos se
llamaba “juñir” y el quitársela “desjuñir”, y el ponerles los bastes para
llevar carga, se llamaba, “aparejar” o “embastar”, son palabras que ya no se
usan y creo que desaparecerán.
A primeros de Mayo, ya se empezaba a soltar las vacas al
monte. Por lo general la hierba en las cuadras se terminaba, por lo tanto había
que salir uno con ellas todos los días, lloviera o hiciera sol.
Las patatas como ya he dicho se sembraban en este mes,
esto se hacía con los machos, se abría un surco se depositaba allí la patata
cada veinticinco o treinta centímetros
así todo el surco y a la vuelta se tapaban con la tierra que iba echando la
reja. Según la temperatura que hacía a los quince o veinte días nacían. Si
quedaba tiempo se hacía leña en el monte para traerla a casa, en el mes de septiembre
ya seca.
El día 22 se celebraba
Santa Quiteria, que lo seguimos haciendo. Después de la misa, se hacía
la procesión por el pueblo, sólo con la imagen de Santa Quiteria, y por la
noche en el salón de la escuela se hacía baile, unas veces con una pequeña
orquesta y otras con las guitarras del pueblo. Mariano del Rey era el caporal,
que a veces había que templarlo a él primero para que tocara, se hacía de rogar
y es que encima le gustaba pero era así. Santa Quiteria siempre ha sido una
fiesta muy entrañable para las gentes de Lanuza. Gracias a ella pudimos
recuperar y volver a levantar nuestro pueblo, la reconstrucción de la Iglesia fue el punto de
unión de todos los capezutos, el tema de la Iglesia y su reconstrucción está escrito en unas
hojas aparte que adjuntaré. Aquí están.....
27/2/13
H. Lanuza X (Marcos)
Como datos en los años 1962-63, según los listados que se
hacían para pagar los pastos en el Ayuntamiento, había 2 yeguas, 6 burros, 37
mulas, 20 machos de trabajo 162 vacas y 6.148 ovejas; en los últimos años de vida de Lanuza, 1975,
quedaban 2 burros, 2 yeguas 18 machos de trabajo 397 vacas y 2900 ovejas, los
machos, así como años atrás se vendían a los cuatro años, estos ya eran todos
viejos, el de mi casa “ Castaño” tenía en el 1977, 22 años. Pobre Castaño, con
lo salvaje que era de joven y lo dócil que fue, no le faltaba nada más que
hablar. En la cuadra de la era, le ataba la soga de la carrucha en el baste y
la otra punta en la carga de hierba, me subía yo a la portera, que estaba a 5 o
6 metros del suelo, le decía: ¡Castaño tira! , y tiraba hasta que la carga
llegaba arriba. Le volvía a decir ¡ vuelve!, y él solo volvía, aunque también
nos hacía alguna jugarreta. Una vez en Sarratones, lo voy a coger para
cargarlo, agacha las orejas coge el portillo y se escapó hasta casa, él
corriendo delante y yo detrás, al llegar lo cogí, me monte a caballo y volví a
buscar la carga. Paciencia...! Era el verano del 65 que estaba yo en la mili
en Sabiñánigo, ese día era domingo y después de misa, nos dejaban salir, cogí
el coche de línea y me escapé para ayudar a mi padre un rato, porque para pasar
lista, a las 10 de la noche tenía que estar en la compañía, volvía en bicicleta. ¡Qué injusticias mas
grandes en aquellos tiempos! Mi padre sólo en casa con el trabajo que había, y
yo haciendo el vago en el cuartel, no había permiso los fines de semana ni para
los comandantes.
En los años 1948 o 50, empezaron los trabajos para la construcción de las centrales eléctricas de la Sarra y Sallent, pero antes
tuvieron que hacer los embalses de Respomuso, La Sarra y Escarra en
Escarrilla. Estos trabajos trajeron consigo algún jornal que se iban a ganar
los hombres y en especial con los machos porque en esos tiempos se hacía todo a
carga, como subir a Respomuso el cemento que necesitaban, los hierros, como
raíles. ¿Cuanto penarían los pobres machos cargados de raíles que creo les
salían un trozo por delante de la cabeza y otro por detrás? Les pagaban a 125
pesetas por carga (0.75 €) desde la
Sarra a Respomuso, pero no había otra cosa. Así iban
viviendo. Creo que ninguno tenía colesterol.
Con esos trabajos, llegaron muchos andaluces, gallegos y
asturianos. En Lanuza había mucha gente, hasta casas con dos familias, todo por
sacar una peseta. En la escuela me acuerdo que estábamos alrededor de los
cincuenta críos y crías. Teníamos un maestro que podía con todos, D. Alfonso
Aparicio Sanjuán y el cura era hermano, D. Enrique, que si el primero tenía la
mano ligera el segundo le volaba. Yo fui monaguillo bastantes años; estábamos
siete u ocho, entre la semana íbamos uno cada día y el domingo dos.
El maestro era muy listo y enseñaba bastante, pero le
teníamos miedo, su hermano el cura, nos daba catecismo en la Iglesia , este cura, creo
que fue, junto a D. Pepe de Migalé y D. Antonio Fanlo de Sallent, los
organizadores de crear la compañía de los mal llamados VOLUNTARIOS DEL VALLE DE
TENA. También subían dos hermanos de Escarrila a la escuela, Jose Antonio y
Carlos Ferrer . En el año 1955 se fueron
a vivir a Sariñena, el cura se había ido
dos años antes , estaba enfermo,
yo no tuve otro maestro.
En esos años había en Lanuza, una compañía de soldaos, o
sea que estaba el pueblo a rebosar; era la compañía de armas y tenían bastantes
mulos de carga para llevar el armamento a los montes. Los tenían repartidos por
las cuadras del pueblo; en mi casa y en la cuadra del corral tenían siete. Se
les vendían la cebada los propios soldados así que los mulos estaban como
podían.
En estos años hicieron los nidos de ametralladora que hoy
se pueden ver por los montes, en el Solano, en el Castiecho de las Articas, en
la cueva de la
Portiecha. Son de hormigón armado de mucho espesor los muros.
En la vida civil no había cemento esos años pero ellos lo llevaban bien abundante. Se fueron a Sabíñánigo en el año 1953, en casa de Pochacas, hoy
desaparecida, estaba debajo de la plaza, vivió el capitán Gutierrez, (era el
jefe). Años mas tarde fue a vivir a esa casa, D. Rogelio con su familia, un día sus hijos Rogelio y
José Luís, revolviendo en la falsa encontraron una granada de mano, al
manipularla le explotó a Rogelio y murió. Suerte que su hermano se había
separado y no le pasó nada, Septiembre de 1959, los soldados estaban en casa de
Migalé, de los catalanes, debajo de mi casa.
Ya que estamos en el fin de semana de Carnaval 21-02-2009
primero, empieza la Cuaresma, los viernes de Cuaresma es vigilia, quiere decir
que no se puede comer carne. No se podía comer todos los viernes del año, pero
pagando una bula, el resto de los viernes fuera de la cuaresma (hasta los
años 1950 en mi casa se pagaba 21 pesetas), se estaba exentos de esa
prohibición.
Contaré lo que hacíamos en Lanuza esos días. Estaba
prohibido celebrar el Carnaval, pero no respetábamos esa prohibición, hacíamos un hombre
de paja, llenábamos unos pantalones, un jersey y un pasamontañas, lo cosíamos
todo y le poníamos una chaqueta y una careta, se llamaba Pedro, lo cogíamos al
hombro y íbamos a rondar por el pueblo de puerta en puerta con una cesta,
recogiendo todo lo que las señoras nos querían dar, huevos, chorizo tocino,
morcilla y lo que podían, aparte de crespillos que hacían en todas las casas y vino rancio
que terminábamos medio pipas. Todo esto para, el último día, hacernos una
merienda en la casa que quisieran.
Con el Pedro hay anécdotas para contar. En
casa de Migalé, que aún está, dejamos al Pedro pegado a la puerta, llamamos en
llamador y nos escapamos. Al abrir la puerta, el Pedro se abalanzó hacia dentro,
dando vueltas escaleras abajo detrás de Pilar que la había abierto y los
chillidos que pegaba, porque era de noche, se escucharon en todo el valle. Otra
vez, al pasar el coche de línea por debajo de casa Cayetano, lo tiramos encima pero antes de llegar a Sallent, se cayó y se quedó en la carretera. Alguien que
pasó avisó a la Guardia Civil, que
había “un hombre muerto” cerca del cementerio de Sallent. Bajaron y se dieron
cuenta que era obra de los de Lanuza, era Carnaval. En otra ocasión lo montamos
en el burro de Ciforosa y lo llevamos a Sallent, entró el burro con el Pedro en
la tienda de Bautista, en casa de Clavetaire y en el Barrio del Paco, en casa
de Don Jorge, Gerardo nos encerró en la bodega, para que bebiéramos lo que nos
diera la gana, José Angel Bermúdez, se echó largo debajo de una cuba y a
chupar, así terminó, zorro perdido, lo tuvo que bajar Piedrafita en el taxi a Lanuza, en toda esta
fiesta el protagonista era José de Chandón, se lo pasaba bomba, era el autor de
la costura, el que dirigía la ronda y uno de los que más disfrutaba en la cena
y al terminar el martes le pegaba un tiro y después lo quemábamos para terminar el Carnaval.
Nunca hubo nada ni nos llamó la atención la Guardia Civil a
pesar de estar prohibido, aunque en una ocasión, la noche de Pilar a las seis
de la mañana, nos sacaron a todos los de Lanuza de Sallent y nos acompañaron
hasta el cementerio que estaba en la carretera hacia Lanuza, hoy embalsado. Diré que en Sallent,
hacíamos muchas “putadas”, como romper las bombillas a "peñazos" a las tres de la
mañana, soltar los conejos de Nariga de las conejeras y alguna más, pero nos
apreciaban, creo que más que ahora. En aquellos años cincuenta y
sesenta, tampoco había otras diversiones, nada más que los días de fiesta ir a
pasar el rato a Sallent. En algún bar, el dueño, temblaba cuando nos veía entrar.
Sin embargo la tía Felisa de Pitorro se alegraba cuando llegaban los de Lanuza,
nos hacía entrar en la cocina y sacaba para picar lo que le había sobrado de las comidas que daba y lo
hacía encantada, era muy buena cocinera.
A partir del año 1966 que empezó a funcionar la discoteca
en el Hotel Formigal, nos subíamos allí, unas veces en coche y otras andando,
en una ocasión el día de Noche Vieja, después de dar las doce, con Felix y Jesús
de Portolés, decidimos subir a la discoteca, bajamos a coger el 4 L. que yo tenía
en el garaje y no se puso en marcha, lo sacamos a empujar y lo tuvimos que
volver al garaje de la misma manera, nos fuimos andando hasta Formigal por la
cabañera y a las cinco de la mañana volver a bajar a pié a casa.
No teníamos pereza en los pies, no sólo a Formigal, a Panticosa,
Tramacastilla para las fiestas y a donde nos parecía. Eran otros tiempos, no se
si mejores o peores que estos, pero más sanos y limpios. Con las pocas cosas
que teníamos éramos felices, se ganaba poco dinero pero se vivía bastante bien,
los jornales eran bajos, las cosas de vender tenían poco precio y lo de
comprar estaba por el estilo. En el 1966 me compré un coche Renault 4L. y me
costó 112.000 pesetas (672 €), todo estaba por un igual.
26/2/13
H. Lanuza - IX - (Marcos)
En Lanuza, aparte de la ganadería, se sembraba muchas
patatas, tenían mucha aceptación para siembra en otras zonas. De hecho hubo una
Cooperativa en el Valle de Tena para comercializarlas. Yo no la conocí pero
llegué a ver las etiquetas que ponían en los sacos y decían: “Patata de siembra
del Valle de Tena”. Creo que se llegaría a coger en Lanuza algunos 20 o 22
vagones.
También se
sembraban cereales, sobre todo centeno, cebada y poco trigo, en algunas casas
comían pan de centeno, hecho en el horno de Lanuza. Había un molino para moler
los cereales y para hacer la luz que hasta los años 1950 suministraba al pueblo,
hoy embalsado, estaba camino de Sallent, un tramo más adelante del escenario
del Festival, justo enfrente al centro del embalse que pasaba el río Gállego. A
la orilla, venía una acequia procedente del río, con un pequeño salto, movía
las turbinas para hacer luz y dos piedras grandes redondas para moler el
cereal, se llamaba la “muela”. Una vez molido,
se separaba el salvado de la harina en otra máquina, el salvado es la
cáscara del trigo, esto se llamaba cerner, ya quedaba la harina lista para
masar el pan. En el molino había un vecino que se encargaba de moler el cereal
y de echar o cortar la luz al pueblo todos los días del año, eran los de casa
de Atanasio, conocí al abuelo Mariano Pérez Bandrés, por moler cobraban tres almudes por carga,
la carga eran dos talegas llenas de grano, de unos 70 Kg.
cada una, la luz era de 125 voltios, escasamente para alumbrar una bombilla.
En el cuaderno de Anchaime dice: En el año 1947, por
cobrar precios abusivos de moler y por moler cereales clandestinos sin declarar
en la tabla sexta de C1, y no tener autorización para moler las siguientes
cantidades en el molino de Lanuza, son sancionados los siguientes vecinos:
Mariano Pérez Bandres molinero de Lanuza, con multa de 1500pts. y decomiso de
100Kg. de centeno y 50 de trigo. Bartolomé Escartín Aznar, casa de Aneta, multa
de 1000pts. y decomiso de 200Kg. de centeno y 40 de trigo. José Naverac Arrudi,
casa de Anchaime, con multa de 1000pts y recomiso de 100Kg. de centeno. Huesca
a 6 de Febrero de 1948, El Fiscal Provincial de Tasas.
Muchas noches nos teníamos que alumbrar con teas, o porque
no llegaba bastante agua, o porque la dinamo se estropeaba o por otros motivos.
En el año 1953, el dia 8 de Noviembre, el Ayuntamiento de El Pueyo de Jaca,
autoriza al de Lanuza, a pasar una línea eléctrica por sus montes, procedente
del transformador de Escarrilla que a su vez venía desde la central del Pueyo,
esa corriente ya era de 250. A partir de esa fecha, ya empezamos a tener
aparatos de radio, que hasta entonces no se oían. El pan se hacía hasta los
años 1958 ó 60 en un horno que había en la plaza, se
preparaba la masa el día anterior, se dejaba en una bacía tapada para que
hiciera efecto la levadura que le ponían, esto era una cazuela de masa de la
vez anterior, y con esta mezcla las bolas de masa al ponerlas en el horno,
subían o sea como si se hinchara. Cuando se ponían al horno, este había sido
calentado con mucho fuego, una vez caliente, se retiraba toda la brasa y
cenizas se ponía la masa con la forma que luego sería el pan. El de centeno se
llamaban“toñas” se masaba un día por casa y duraba 8 ó 10 días el pan, éste si que era pan natural
y ecológico, estas piezas eran llanas por abajo y redondas por arriba. También
hacían tortas con azúcar, qué cosa más buena para aquellos tiempos.
En una ocasión, contaba Perico de Arruebo, que de zagal,
subía con otro el recao que así se llamaba el llevarles la comida a los
pastores, a Respomuso por el Cambillón y al llegar a la Forqueta , o sea al cerro
vistas a Respomuso, se le ocurre decir al compañero, vamos a echar a rodar una
toña cada uno, a ver cual de las dos llega antes hasta abajo. No lo pensaron
dos veces, sacan una cada uno y las echan a rodar, no se la que llegó antes
pero ellos después de estar arriba, tuvieron que bajar a buscarlas hasta donde
pararan que creo fue muy abajo.
A partir de los años sesenta, le entregábamos el trigo al
panadero de Polituara y él nos traía el pan a casa, el cambio era 100Kg. de
trigo por 85 de pan, eso sí era pan, lo guardábamos 5 o 6 días y estaba como el
primero. ¿Qué le ponen ahora al pan que al día siguiente parece goma? ¿A como
saldría hoy el cambio? ¡Eso era pan ecológico! En los pueblos lo que se criaba
era todo natural, lo que ya no hay, creo que se ha desvirtuado hasta el bacalao
salado. Hay un producto que en muchas carnicerías, lo anuncian a bombo y
platillo como cosa especial de la casa, “la longaniza”, y no tiene de parecido
nada mas que el nombre, como no vuelvan aquellas abuelas o alguna que puede
quedar en algún pueblo, no se sabe lo que era el gusto de la longaniza, y el
salchichón ni punto de comparación, como eso la mayoría de los productos que
hoy consumimos, aquellos jamones de 16 o 17 kilógramos después de dos años
curados en las bodegas, ¡Qué magras y qué gusto lo mismo el magro que el
tocino! Los quesos, el tiempo que se guardaban y cada día eran mas sabrosos, ya
no digamos del ternasco, criado con la madre en las montañas, eso era natural y
ecológico, al horno, te chupabas los dedos, las uñas y hasta la mano, de eso ya
no existe. Se guardaba la carne ocho días sin frío ni ingredientes, en el
guardacarne que estaba en las bodegas.
Chiste mañanero
Yo me abrí una
cuenta en Gmail, otra en Hotmail, otra en yahoo, otra en Facebook, otra en
Twitter...yo qué sé, señor juez...lo mismo me abrí también otra cuenta en Suiza
y ya ni me acuerdo... yo qué sé.
Todos los casos judiciales en que
está implicado un político, acaban en SOBRESEIMIENTO.
SOBRE (*), SÉ y MIENTO
¡Caramba, qué coincidencia!
25/2/13
H.Lanuza -VIII- (Marcos)
VIDA Y
COSTUMBRES
Las gentes de Lanuza, como en todo el Valle de Tena,
vivían con pocos medios, no había trabajos fuera de las casas, algún jornal
suelto, trapicheando con los franceses, contratos de vacas y mulas hasta los años treinta que esto se
cortó, aunque siguieron trayendo hasta los años 60 de contrabando.
Yo he visto libros sellados por la Guardia Civil , donde
dan de alta mulas compradas en Francia, (octubre de 1924). También en un Diario
de Huesca de fecha 23 de octubre del 1897, dice: en un escrito titulado,
NEGOCIOS INTERNACIONALES. La carta de Lanuza que en otro lugar de este número
publicamos, dirigida a todos los recriadores de ganados mulares. Dice que otros
años, eran muchos los tensinos y biesquenses que preparaban el viaje para
dirigirse a las ferias de San Martín de Pau, que se celebraban los días 11,12 y
13 de noviembre. Este año nadie dice nada porque a nadie le apetece su ruina,
porque se ha hecho imposible el trato con unos cambios tan alzados como ahora
están. Cotizándose a más de 28 por 100 la diferencia de moneda entre España y
Francia. Mas adelante dice, que el español que quiera ir a buscar mulas a
Francia, ha de llevar efectos para el cambio, productos agrícolas en cantidad
bastante, porque con el dinero, nunca le saldrá bien la cuenta. En mi casa mi
abuelo Marcos Pérez del Cacho, en los meses de verano, llevaba cajas de
cerillas a Francia concretamente al pueblo de Arudi, hasta el mes de octubre
que las vendía para poder comprarse un lechal. Sigue diciendo que este año se
notará bastante en las ferias de Huesca y Sariñena, que no tendrán ni el tono
ni la importancia de otras veces.
Contaba mi madre, que en una ocasión, trajeron varios
vecinos vacas de Francia, una a casa de Herrero, donde vivía un ciego, y lo
primero que hizo, fue pasarle la mano por debajo de la tripa para tocarle una
vena, y exclamó: ¡vaya vaca que has comprado¡. Desde esos años si traían algo
era de contrabando, en Lanuza llevaban fama de contrabandistas, y era verdad.
En una ocasión, la
Guardia Civil , vio rastro de un mular joven que había entrado
en el pueblo de Lanuza, entraron en el pueblo y preguntaron a la gente de quien
era ese animal. Como nadie les contestaba, empezaron a mirar todas las cuadras,
y no lo encontraron. Había una casa ( Casa de Chacán ) que tenía las escaleras
bastante llanas y subieron el lechal a la falsa; la Guardia Civil
después de revisar todas las cuadras, se marcharon sin encontrar nada.
Yo he conocido a personas de Lanuza que pasaban machos y
mulas y lo que es peor y mas penoso, paquetes de ropas, decían que eran puntillas y cosas finas. Las iban a
buscar al hombro desde cerca de Gabás hasta Lanuza donde las cargaban en un
camión, todo esto por la noche.
En una ocasión, fueron de excursión a Lourdes varios
vecinos de Lanuza y Sallent, aprovechando que llovía, que ya lo tenían pensado,
compraron varios paraguas, en Francia eran mejores que los españoles, a la vuelta y en la
frontera del Portalet, se los quitaron todos la Guardia Civil , eso
que los conocían, para que os deis cuenta como estaba la situación.
Así iban pasando el
tiempo, de comer no les faltaba, criaban un cerdo o dos y con el ganado, siempre tenían algo
para comer, la caza era otro sustento para algunos vecinos, sobre todo el
sarrio, que lo traían a casa entero, le quitaban la tripa y al hombro hasta el
pueblo, no hacían lo que hoy hacen, recoger solamente la cabeza como trofeo,
algún jabalí en el invierno, o alguna liebre, esta caza ayudaba a reponer la despensa
para pasar las temporadas de poco alimento.
Otra cosa era el dinero. Mi abuelo en los años 1928 al 30,
hizo una cuadra en la era, tuvo que pedir dinero para pagar, yo tengo un
documento en el cual dice que D. José Jiménez Gil vecino del Pueyo de Jaca, le
presta a D. Marcos Pérez del Cacho de Lanuza, 2.000 pesetas al 6 % de interés,
(12 de Octubre del año 1929). Y en el mismo documento dice que con fecha 28 de
Diciembre del año 1932, le devuelve 1.000 pesetas y los intereses y el resto se
lo paga el día 14 de Junio de 1938. O sea que para devolver 2.000 pesetas tardó
9 años, ¡ Cómo iría la economía!.
Cuarto catarro !!
Qué clase de catarros corren este invierno?
Es el cuarto que arrastro !!
Es gripe o qué coñas es !?
Mi hijo desde Navidades está con uno seguido y yo cojo uno detrás de otro.
No es el frío, ni la nieve o el hielo, lo que temo de esta larga estación del año, es a estos virus rebeldes que mutan y trasmutan como maldiciones ...
En fin, me dejan para el arrastre y no hay nada contra ellos, hay que esperar a que se vayan bien gordos cuando quieran, para seguir su ronda tranquilos, sabiendo que son invencibles porque los antibióticos son espadas de cartón ... Menos mal que hay buenos calmantes para ir pasando alguna hora mejor y esos sí que son efectivos.
Que conste que me tomo todas las mañanas el zumo natural de naranja todos los días, pero de poco sirve contra los catarros de este año !!
Seguiré al lado del fuego leyendo mi último libro "Los Espirituados" de Carmen de Burgos (Colombine). Se desarrolla en Jaca en 1922 en el entorno de la festividad de Santa Orosia, la procesión de los espirituados, práctica que sería prohibida por el obispo Bueno Monreal. Es una novela muy interesante que me prestó mi hija. No hay mal que por bien no venga !!
Para Lucía, de Montse.
Ella la escribió para su nieta y ahora, me la deja a mi para la mía y yo la comparto para todas las Lucías. Cada verso en un trocito de cariño colgado de un beso. Gracias Montse.
24/2/13
H. Lanuza - VII - (Marcos)
En las casas se guardaban un poco de esa lana para sus
necesidades, primero la lavaban en el río, luego la cardaban, la hacían en
copos, esto era manojos de lana muy fina y alargados, la ponían en la rueca
para hilarla, la rueca era un palo de un metro y en la punta tenía una anilla o
una V, donde quedaba el copo cogido, con una mano iban tirando de la lana y con
la otra le daban vueltas a un palo que se llamaba el “huso”, donde quedaba en ovillos.
Con este hilo las mujeres hacían toda clase de prendas, todas, y lo que no
podían hacer, como las mantas, mandaban el hilo a los tejedores para que lo
hicieran, en Gavín había uno. Las mujeres, hacían estos trabajos en el
invierno.
Ellas eran la
salvación de las casas en el Pirineo. Se iban los maridos con las ovejas a la
tierra baja y se quedaban al cargo de todo, abuelos, animales, críos, y con
pocos medios, se ganaban la
Gloria , (Recuerdo a Cándida de casa de Cayetano, subir por la
calle con dos pozales llenos de comida para los tres cerdos que tenían, la casa
la tenían junto a la carretera y la cuadra en la Corralata , aún está el
solar, llegaba doblada, esto lo hacía mañana y tarde). Aparte, tenían que ir a
lavar la ropa al lavadero o al río, que en pleno invierno se chupaban los
dedos.
En los primeros días del mes de octubre, se les ponía a
las ovejas una marca con enrroya (polvos rojos), lo mismo que con la pez, cada
casa tenía la suya, en mi casa era un punto mas atrás de los riñones y otro encima
de la cola, a continuación, ya se habían separado antes, se escodaban las
corderas que se dejaban para vida, aquella noche se pelaban con agua hirviendo
las colas, una vez limpias, se colgaban en la falsa en una cuerda para su
secado, otra clase de alimento para el invierno, se hacían con arroz y patatas,
están riquísimas, estas colas se llamaban ¡carne viva¡ porque el animal seguía
vivo.
Las ovejas, según la edad, se llaman, corderas a las de un
año, borregas a las de dos, primalas a las de tres, cuatromudadas a las de
cuatro, frescuadas las de cinco y cerradas al resto, excepto a las viejas que
se destinan para la carne que se llaman carniceras, con estas se hacía un sólo
rebaño para los dos pueblos, Lanuza y Sallent, se llevaban al monte de las
Corbas para que se engordaran y poder sacar más dinero en la venta. En el mes
de octubre, se mataba una de estas carniceras para consumo de la casa, porque
en este tiempo ya se había terminado la conserva y restos de los cerdos.
Se aprovechaba todo, se hacía morcillas, chiretas con las
tripas, el albillo, (intestino grueso lleno de retajos de la oveja), las
piernas y espaldas se salaban para cecina, la cabeza se cocía y luego refrita
con cebolla, era otro plato para la cena, también se hacia para cenar la
mayoría de los días, sopas con patatas y una tortilla con huevos de las propias
gallinas, otro producto ecológico y natural, por la comida y por estar todo el
día en la calle picando lo que les gustaba, eran dos platos típicos de la
montaña.
Yo he visto hacer en mi casa a gentes que venían de fuera,
para eso, hacer fideos para la sopa. Sí, llegó a faltar alimentos como el
aceite, azúcar, arroz, latas de tomate, recuerdo ver una cartilla de racionamiento para cada
familia donde el tendero apuntaba lo que te vendía, digo todo esto para que
veáis que hoy se está viviendo no en la abundancia sino en el despilfarro total
, tirando la mitad de las cosas sin darles ningún valor, ¡Dios quiera que siga
así!
Aquí está el mejor
guardián de las ovejas en el Pirineo, nunca las dejaba y ellas pastaban junto a
él. ¡EL MASTÍN DEL PIRINEO!.
Mastín del Pirineo Oveja Churra Tensina corderas
Fotos hechas en la feria de Bisecas , Octubre 2009 .
Ahora que estamos en Navidades 29 /12/2009, y siguiendo con
las comidas, para Noche Buena se cenaba, como plato fuerte, conserva de cerdo
con patatas fritas si quedaba en algún culo de las perolas y sino pollo o
conejo, hasta que llegó el lomo de cerdo fresco, que empezó a sustituir algún
plato. La Noche Vieja ,
tan apenas se celebraba, en mi casa el que estaba seguro, era un besugo para
Noche Buena, si mi padre había podido subir de tierra baja y el pollo en guiso
el día de Reyes, era su santo, Melchor. Los turrones nunca faltaban, de jijona,
blando y duro, de yema tostada, de guirlache, de mazapán con frutas, y respecto
a los Reyes Magos, siempre llegaba algo, muñecas para las chicas y caballos de
cartón para los chicos, lápices, cuadernos, gomas, canicas que yo aun las
guardo parte, y ya con 11 años me llegó el primer reloj, un Certina que le
costó a mi padre 1.300 pts., y al año siguiente, o sea en el 56, una bicicleta
Orbea, que está en el trastero.
Con la nieve que entonces caía, que era bastante más
cantidad que la que hay hoy, 17/01/2010 y hay mucha, recuerdo, que estando yo
en el Instituto en Sabiñánigo, 1955-56, bajé varias veces a coger el coche de
línea a Biescas andando, porque de allí no pasaba, nada se hacía cuesta arriba,
es más, había que hacerlo así y se hacía sin protestar, con menos medios se
vivía, no se si mejor o peor, creo que con menos estrés y menos avaricia.
Cuando conseguía llegar al puente de Escarrilla con nieve, desde allí, se daba
la vuelta el autobús, había unas curvas muy cerradas, hoy en desuso, que no las
pasaba, hasta allí bajábamos a buscar el pan al hombro para toda la semana, el
cartero la correspondencia, y varias veces los vecinos de Sallent y Lanuza
limpiábamos la carretera con palas, hoy no se limpiaría, tenemos todos muchos derechos
y pocas obligaciones. ¡Que a gusto hubiéramos cogido algún par de esquís de los
que ahora se tiran en los contenedores!, los hacíamos de tablas y correas
clavadas con clavos y remachadas por debajo ¡como saltábamos las paredes de los
campos!¡ Que tiempos aquellos!
Ofrendas
"Nuestra situación puede ser percibida como el paraíso o el infierno: todo depende de nuestra percepción".- Pema Chödrön.
LIBRO OFRENDAS
- Es bueno hacer todo lo que podamos por ver la cara buena de las cosas, el autocontol nos ayuda en muchas situaciones. Percibir lo positivo siempre que sea posible es ver el paraíso más cerca.
23/2/13
H. Lanuza VI (Marcos)
Todas las cabañas
iban acompañadas de un burro, cargado de las cosas que necesitaban los
pastores para el camino. En casa de Anchaime hay un cuaderno con apuntes de
muchos años, entre otros dice: Dejan el burro para ir a tierra baja con estas
condiciones: Si el burro vuelve a casa, le pagarán 3 duros de salario,(15 pts.)
y si se muere le pagaran 22 duros, (110pts.). En el mismo cuaderno dice, que en
el año 1904 vendió Anchaime 12 ovejas de vida a 22.50 pts. y una para cecina en
20 pts.
El día de llegada y después del descanso se llevaban a la
montaña de Peña Blanca, o la
Orindera o a una majada que había detrás de la Selva de Lanuza. Aquí
terminaba la misión de los tres o cuatro pastores que habían estado con ellas
desde que se fueron a tierra baja, digo que terminaba porque desde este momento
las cuidaba un solo pastor todo el verano, se solían llevar las de tres o
cuatro casas juntas, en Lanuza había ocho rebaños, en cada uno solía haber
ochocientas y pico.
En Peña Blanca estaban hasta el cinco o seis de agosto que
se cambiaban a las majadas mas altas de las montañas, durante este periodo de
pastoreo en las partes bajas y hasta el cinco de agosto, solían bajar a dormir
a los campos altos, tanto de Sallent como de Lanuza para que estercolaran la
tierra, eso se llamaba “bajar a femar”, para luego a finales del mes de agosto,
sembrar el centeno en esas fincas, las de Lanuza eran los Escarillos, las
Solinas, las Craparizas y alguno mas.
A los pastores se les subía desde el pueblo, la cena y la
merienda para el día siguiente, el pastor nunca dejaba a su rebaño solo, dormían
junto a ellas, en el mes de noviembre, cuando ya estaban cercanas al pueblo,
también dormían en los prados, era muy buen abono el estiércol de las ovejas,
se notaban los prados que habían estado, se
criaba mucha mas hierba que en el resto.
Contaban los pastores que había noches que se despertaban
con mucho calor, y al sacar los brazos fuera de las mantas, se encontraban con
un montón de nieve encima.
Las majadas altas estaban en Formigal, Pondellos, Soba, La Lagna o Piedrafita,
Piedrafita se llama al conjunto de majadas que son, Respomuso, Campoplano,
Linacantal, Larriel, los Musales. Aquí los pastores dormían en unas casetas de
piedra, con muy poco espacio pero, para una persona sola, estaban bastante bien,
aún existe alguna de esta casetas por las montañas. Aquí estaban hasta el 25 de
Septiembre, que volvían a las majadas anteriores y mas bajas para coger sitio
en estas, el 24 por la tarde se separaban unas 50 ó 60 ovejas con las cabras y
chotos, para salir al dia siguiente corriendo al sitio que querían ir, unas
veces lo conseguían y otras llegaba otro antes. Aquí estaban hasta el dia uno
de noviembre que bajaban a los montes cercanos al pueblo, la Selva , Guérdulas, el
Frondón, si antes no nevaba y había que ponerlas en los prados.
Para saber a donde iba cada rebaño y a que majada, el dia
25 de Julio, Santiago, se reunían los ganaderos de Sallent y Lanuza en un
terreno neutral, en el Zarrambucho, hoy embalsado, sitio de la perrera de
Sallent. Se ponían los nombres de las majadas escritas cada una en un
papel y se depositaban en una boina, se
hacía lo mismo con el nombre de la casa del ganadero que representaba a los
demás que llevaban las ovejas en un solo rebaño, en otra boina. Un crío sacaba
una papeleta del nombre del ganadero y otra del nombre de la majada y así hasta
el final, se escribía en un acta que firmaban varios ganaderos y se cumplía a
raja tabla, después del sorteo había ganaderos que se cambiaban la majada.
Todas estas majadas tenían unos linderos marcados que cada ganadero cumplía.
La comida para el pastor se la subíamos cada tres días,
cuando las nuestras estaban en Larriel, yo, salía de casa a las tres de la
mañana con el macho castaño, llegaba al llano Cheto, lo ataba y me cogía la
alforja al hombro hasta la majada de Larriel, se la dejaba y a las nueve ya
estaba en casa de vuelta. En otras casas tenían un chaval contratado para
subirle el recado al pastor, que así se llamaba la comida.
Un año tenían en casa de Cacho contratado a Jesús de Portolés,
tenía unos 12 años, estos chavales se llamaban repatán o rebadán , el mayoral que así se llamaba al
pastor, le preguntaba al repatán cuando llegaba a Respomuso con el recado: ¿ zagal,
has almorzao? No, contestaba el zagal, pues mira -le replicaba el mayoral- ¡ El
que de casa viene, almorzao viene y el que a casa va, a comer va!. Así trataban
los pastores a los repatanes, este se llamaba Restituto, pero la próxima vez
que le subió el recado, antes de llegar, se comió el almuerzo.
Unos diez días antes de marchar a Tierra Baja, se invitaba
a cenar a los pastores una noche en cada casa de los dueños que tenían ganado
en ese rebaño, les daban lo mejor que cada uno tenía y para postre había la
costumbre de hacer torta de chichones, te
chupabas los dedos. Se hacía con harina, manteca de cerdo,
canela y anises, estas cenas eran como homenaje a la larga temporada que tenían
que pasar fuera de casa.
Me acuerdo que en
los años 50 cuando subía mi padre de los montes del Bajo Aragón donde estaban
las ovejas a pasar las Navidades a Lanuza, se subía dentro de una maleta una
lata de aceite de 10 o 12 litros camuflada, estaba racionada como muchos de los
alimentos de primera necesidad.
A mediados del mes de Junio, se esquilaban. Había un grupo de hombres en
Lanuza que hacían este trabajo, iban de casa en casa y al final cobraban un
tanto por oveja. La lana se vendía bastante bien, un año la compró un señor
toda la del pueblo, a 50 pesetas el kg. y cuando vino a recogerla, la pagó a 55
pesetas porque dijo que se había subido. ¡Que detalle! Esto era en los años cincuenta, en estos
tiempos ya no hay personas de esa calidad.
Estos eran los
esquiladores, de izquierda a derecha.
Angel de Policarpe, José de Turón, Antonio de Aneta, Sr.
Ramón de Duque, el de la bota José de Anchaime, Mariano del Rey, Avelino
Bergua, ganadero, Ramón de Atanasio y su hijo Luís, el del choto José de
Diego, Emilio de Cayetano y Perico de Arruebo.
Gracias, muchas gracias, Rosa María !!!
22/2/13
H. Lanuza V (Marcos)
GANADO LANAR
Como he contado anteriormente, en Lanuza siempre ha habido
bastantes ovejas, eran de raza Churra Tensina. En mi casa en el año 1965 mi
padre las vendió, tenía 480, le costó llorar, no quiso ni quitarles las
esquilas, le dolieron mucho por que él había formado ese rebaño. Cuando llegó a
mi casa, mi abuelo solamente tenía unas cuarenta, a partir de los años 1964-65,
ya no se encontraban pastores, sobre todo para el invierno en la tierra baja,
el precio de venta fue de 900 pesetas cada una ( 5.40 € ), el pastoreo de
invierno era muy duro y tenían que estar varios pastores, tenían malos sitios
para vivir malas comidas, por el día tenían que pasar con un trozo de tocino,
alguna sardina bastante pan y vino, que no les llegaba ni para comer, creo que
muchos días, para almorzar se lo comían todo, me dice Jesús de Portolés, que el
resto del día, lo pasaban con el pan sabrante mojado con vino, por la noche
todos juntos, se hacían un caldero de sopas y poco más, algún conejo que cogían
con cepos o escopeta, o carne de alguna res, que tenían que matar por fuerza.
Contaban los mismos pastores, que el Tio Mariano de Policarpe, cuando se ponían
a cenar, por mucho que quemara la comida del caldero, él no paraba de comer, no
se quemaba nunca.
El Sr. José de casa Chandón contaba que, un año en la
ribera estaba de pastor con el ganado, salió por la mañana un compañero para
hacer sus necesidades y él como muchas mañanas, salió con la escopeta a ver si
cogía algún conejo para cenar, sin pensarlo se encuentra con su compañero y le
dice: “¡Que te pego un tiro!”. El compañero le contesta: “¿A que no tienes
cojones?”. Sin pensarlo dos veces le dispara, a continuación sacó la navaja el
Sr. José y empezó a quitarle los perdigones del culo. ¡Como se reía cuando lo contaba!. Cuantos
chascarrillos les pasarían a los pobres pastores en los siete meses que estaban
en la ribera.
Contaba el Sr. Pedro de Arruebo ( padre de Perico), que un
año el Sr. José de Chandón, les hizo una apuesta, que él conocía a las madres
de todos los corderos solamente que le enseñaran el morro del cordero por el
agujero de una puerta, dicho de otra manera por una gatera, así lo hicieron y
les ganó la apuesta. Decía mi madre que era muy hábil para todo, hasta para
bailar la jota, no le ganaba nadie.
Bailando en la puerta de
Cacho, años 1928-30 (Chandón)
Rondalla de Lanuza. Pueden ser, el segundo Antonio Perez Val de casa de
Tomasé, el tercero Jose Pueyo de casa Turón, el cuarto Bartolomé Escartín de
casa Aneta, el quinto Mariano Naverac de casa Policarpe, el primero y último no
lo sé.
En la ribera les solía hacer mal tiempo, mucha niebla,
poco pasto para el ganado. Un año en Chiprana, en la Dehesa de Penen, tuvieron
que darles maíz desde que llegaron hasta que se fueron, no les llovió en todo
el invierno. A la llegada al monte, solían hacer varios atajos o rebaños, uno
era las tempranas, las que primero parían, otro las medianas, otro las tardanas
y por último el bacibo, este rebaño se componía de las corderas que se
guardaban para vida, de los mardanos o sementales y los chotos esquileros, a
este atajo lo llevaban al peor trozo del monte, porque necesitaban poca comida,
y además el más apartado de todos, aunque los demás tampoco estaban juntos, o
sea que les costaba un paseo por la mañana y otro por la tarde para juntarse en
la misma caseta.
Tanto para bajar como para subir, se pegaban 15 días
andando de cabañera, con mal tiempo de bajada y mucho calor de subida llegaban
a casa muertos de cansancio, tanto los pastores como las ovejas. Al entrar en
el pueblo, lo primero que hacía el Ayuntamiento, era contarlas, para más
adelante cobrar los aprovechamientos de los montes. Las paraban en un ensanche
que había junto al puente del río Gállego y en un momento estaban todas largas,
aquí se les quitaban las esquilas a los chotos, (choto se llaman al macho
cabrío castrado, y son los que guían al resto del ganado, sobre todo para pasar
por malos sitios como cruzar un río, van los primeros y las ovejas les siguen).
Las esquilas se les habían puesto a la salida de los montes, eran de gran
tamaño, como la que tenemos en casa y más grandes, en casa de Portolés hay una
del nº 9 la nuestra es del nº 8. Estas esquilas como las medianas para las
ovejas, las pasaban de Francia del pueblo de Nay.
En una ocasión, mi padre recién llegado a casa de Tomaset
de yerno, se enteró que encargaban esquilas a Francia a través de un pastor, él
también hizo su pedido sin decirle nada a mi abuelo, encargó dos esquilas del
nº 9 para los chotos y 24 medianas para las ovejas, en la fábrica les grababan
las iniciales del dueño, cuando las esquilas llegaron a Lanuza y mi abuelo vio
que venían con las iniciales MG de Melchor Grasa, no se las dejó entrar en
casa, las tuvo que volver a vender. ¡Que genio el de mi abuelo!, pensaría que
le quería quitar el mando. Se hacía lo mismo cuando se iban a tierra baja, en
la puerta de Cayetano les ponían las esquilas, las ovejas cuando las oían, ya
sabían a donde se iban.
Ganado de Maribuena en el
Lapazuso. Chotos esquilleros de
José Manuel Ubieto de
Fraginal Jaca
Un año, al marchar, en el rebaño de casa Migalé tenían un
choto joven que lo habían recogido del monte, lo dejaron encerrado en la cuadra
de casa, cuando fueron a buscarlo, había saltado por una ventana y se había
vuelto al monte, a los dos días, apareció en un rebaño de Panticosa, los
llamaron para que fueran a buscarlo, cosa que así hicieron, en una furgoneta lo
bajaron hasta juntarlo con sus ovejas que ya llevaban dos días de cabañera, o
sea llegando al puerto de Monrrepós, para que no se escapara otra vez, le
pusieron la esquila mas grande que tenían, como no había llevado nunca, saltaba
como un loco, pero pronto se rindió, ya no se volvió a escapar, para castigo no
se la quitaron durante los días que duro el viaje hasta el monte donde iban, a
los demás, se les quitaban para descansar.
21/2/13
Hoy, en vez del piano ... un chiste !!
Banqueros
Una tarde un famoso banquero iba en su enorme limusina, cuando vio a dos
hombres a la orilla de la carretera comiendo césped. Preocupado, ordenó
a su chófer detenerse y bajó a investigar.
Le preguntó a uno de ellos:
-¿Por qué están comiéndose el césped?
-No tenemos dinero para comida -contestó el pobre hombre-. Por eso
tenemos que comer césped.
Bueno, entonces vengan a mi casa que yo los alimentaré -dijo el banquero.
-Gracias, pero tengo esposa y dos hijos conmigo. Están allí, debajo de
aquel árbol.
-Que vengan también -dijo nuevamente el banquero.
Volviéndose al otro pobre hombre le dijo:
-Vd. también puede venir.
El hombre, con una voz lastimosa dijo:
-Pero, Sr., ¡yo también tengo esposa y tres hijos conmigo!
-Pues que vengan también -insistió el banquero.
Entraron todos en el enorme y lujoso coche. Una vez en camino, uno de
los hombres miró al banquero y le dijo:
-Sr., es usted muy bueno. ¡¡¡Muchas gracias por llevarnos a todos!!!
El banquero le contestó:
-¡Hombre, no tenga vergüenza, soy muy feliz de hacerlo! Les va a
encantar mi casa.... ¡El césped tiene como veinte centímetros de alto!
(Gracias, MªVictoria)
Una tarde un famoso banquero iba en su enorme limusina, cuando vio a dos
hombres a la orilla de la carretera comiendo césped. Preocupado, ordenó
a su chófer detenerse y bajó a investigar.
Le preguntó a uno de ellos:
-¿Por qué están comiéndose el césped?
-No tenemos dinero para comida -contestó el pobre hombre-. Por eso
tenemos que comer césped.
Bueno, entonces vengan a mi casa que yo los alimentaré -dijo el banquero.
-Gracias, pero tengo esposa y dos hijos conmigo. Están allí, debajo de
aquel árbol.
-Que vengan también -dijo nuevamente el banquero.
Volviéndose al otro pobre hombre le dijo:
-Vd. también puede venir.
El hombre, con una voz lastimosa dijo:
-Pero, Sr., ¡yo también tengo esposa y tres hijos conmigo!
-Pues que vengan también -insistió el banquero.
Entraron todos en el enorme y lujoso coche. Una vez en camino, uno de
los hombres miró al banquero y le dijo:
-Sr., es usted muy bueno. ¡¡¡Muchas gracias por llevarnos a todos!!!
El banquero le contestó:
-¡Hombre, no tenga vergüenza, soy muy feliz de hacerlo! Les va a
encantar mi casa.... ¡El césped tiene como veinte centímetros de alto!
(Gracias, MªVictoria)
Subir y bajar !!
Lanuza, a la derecha, con los pies helados !! |
Por el estrecho callejón de Anchaime no ha podido pasar Miguel con la "maquineta" (Este año habrá salido bien harto de quitar nieve !!) |
En nuestro corral hay que arremangarse y coger la pala o ... dejar que, tranquilamente, la deshaga el sol. La casa nos ha recibido como si nos hubiéramos ido a dar un paseo. Subiré pronto. |
Tengo muchas ganas de ver esta puerta abierta. |
20/2/13
H.Lanuza IV - (Marcos)
LAS MULAS Y
MACHOS.
Machos para la venta en la
feria de Huesca, años 1928-30
Mulas para la venta en la misma feria
Los machos estaban domados para
el trabajo, las mulas no. Foto de la Diputación Provincial
de Huesca.
Hasta los años 1962-63 se recriaban mulas, (mula o macho
es el animal del cruce del burro con la yegua), en mi casa las últimas las
vendimos en la primavera del 1962, eran tres y las había comprado mi padre en noviembre del 60, por tenerlas casi dos años le pagaron cinco mil pesetas por
mula, o sea ( 30 € ). Me acuerdo que las
bajé andando, yo sólo, a embarcar al tren a Sabiñánigo el día 21 de Mayo de
1962, no había tanto coche como ahora.
Se compraban en las ferias de Jaca y Huesca, eran el 18 de Octubre en
Jaca y 20 de Noviembre en Huesca, o también años atrás en Francia. De 6 ó 7
meses, se llamaban lechalas, tiempo que las destetaban de sus madres; a los dos
años sobrañas y a los tres trentenas, que es cuando se vendían.
El comprador
las llevaba a las tierras donde había mucha viña, como en Castilla, Talavera de
la Reina ,
Tomelloso. Las empleaban para labrar, que formales eran las personas en
aquellos tiempos, se las llevaban sin pagar y desde su origen hacían el pago,
cuando cerraban el trato y se daban la mano, ese gesto era una escritura, nunca
pasó nada raro. Recuerdo un año, que había en mi casa cuatro mulas para vender,
esto era en el mes de octubre, eran preciosas, estaban gordas, se decía que no
hay animal feo si está gordo, llegamos con mi padre al pueblo con los machos
cargados de patatas y en la entrada, concretamente en la cuadra de Laguna,
había un comprador tratando con el Sr. Emilio sus mulas, estos habían visto las
nuestras y las querían, nos pararon porque conocían a mi padre, para que les
ayudara a cerrar el trato, pero el tema era otro, que en mi casa había otro
comprador esperando que llegara mi padre y ellos lo sabían, como no lo dejaban
salir, mi madre, vino a buscarlo con el pretexto de que los machos estaban
cargados y había que descargarlos, pero lo que ella quería era decirle a mi padre
que lo estaba esperando otro comprador. Llegamos a casa y lo primero que le
dijo el comprador a mi padre ¿Cuánto valen las mulas?, no recuerdo el valor que
le pidió pero no olvido que las compró.
Solamente se tenían
para recriarlas y ganar dinero en la venta, el año que las cosas iban bien. Mi
padre un año compró cuatro en la feria de Huesca a finales de noviembre a
14.900 pesetas y las vendió dos años mas tarde a 15.000, si se podían vender en
casa, la cosa iba bien, pero si se bajaban a Huesca para la feria, había pocas
ganancias, con esto se demuestra que no se ganaba siempre y no teníamos otro
jornal, nada más que la venta de varios
productos, éste, algún ternero, los corderos y algún macho de trabajo, para que
veáis que el dinero estaba escaso. En mi casa en el año 1967, nos quedó netas,
140.000 pesetas, ese fue el salario de dos personas durante un año y sin
vacaciones, nadie nos mandaba, pero el trabajo había que hacerlo. Este dato es
solamente de la venta de terneros, ya no había ni ovejas ni mulas, aparte
estaría la venta de algún vagón de patatas, que no recuerdo el precio.
En Lanuza solía haber unas 80 mulas, cuarenta lechalas y
cuarenta sobrañas. Los machos se compraban uno cada año, éstos eran para
trabajar con ellos en casa, y se vendían a los cuatro años ya preparados para
toda clase de trabajos. En mi casa había dos, uno joven y el otro ya enseñado
siempre tenia un año más; en las casas que solamente tenían uno, se juntaban
con el vecino y un año vendía un vecino y al año siguiente el otro.
Estos animales eran
el sustento de la casa, con ellos se llevaba el estiércol a los campos, se
labraba, se traía la hierba, la leña para el invierno y todo a carga. Más
adelante contaré como se hacían estos trabajos. Hoy han desaparecido los
machos. El término Municipal de Lanuza, era bastante pendiente y no se podía
poner maquinaria, en pocas zonas hubiera llegado la maquinaria, Campollano, Plan
de Betato, la zona del pueblo y los Estachos. Eran caminos malos y pendientes,
había varios empedrados, los machos había que herrarlos, esto era ponerles
herraduras en las patas porque sino se les rompían los cascos, lo hacía el
herrero de Sallent, (Guadioso).
En una ocasión, bajábamos a la feria de Biescas, 15 de
Noviembre, varios machos para vender, todos de Lanuza, uno de ellos de casa de
Navarro, un macho bayo ( color naranja) muy fuerte de genio, como los
compradores los tocaban antes de comprarlos y éste no se dejaba, se le ocurrió
a José, su dueño, que antes de llegar a Biescas ponerle una inyección para que
estuviera tranquilo en la feria. Paramos en una curva y preparamos la
inyección, le pusimos el torcedor en el morro, (el torcedor era una herramienta
compuesta de un trozo de palo con un agujero en una punta donde se pasaban unas
cuerdas, se le cogía el morro se
retorcían, y no había animal que se moviera), cuando íbamos a pincharle, llega
un coche y para junto a nosotros, nos pregunta por los machos que íbamos a
vender. No compró ninguno, la inyección se fue por el bolsillo y José jurando
en hebreo. Estaba prohibido. Lo vendió pero mas
barato de su valor, cosas del ganado.
Solían venir dos tratantes a finales de agosto, a comprar
los machos mejores que encontraban, les tenían que gustar mucho, ahora, al que le echaban el ojo, ya les podías pedir lo que
quisieras, que se lo llevaban, Paco y Agapito de Logroño. Lo mismo hacía un
navarro con las vacas, Domingo del pueblo de Elizondo, venía la segunda
quincena del mes de agosto de veraneo a Sallent , por las mañanas subía al
puerto a ver las vacas, la que le gustaba, le preguntaba al pastor de quien era
y tomaba nota para luego en el pueblo comprarla. Recuerdo un año que le echó el
ojo a una vaca con su cría de casa el Herrero, le costó varios viajes
a Lanuza porque no querían venderla, pero al final se la llevó. Este
año conocí yo el valle del Baztán y el pueblo de Elizondo, es una preciosidad.
¡Que bonito era ver entrar las mulas y las vacas en el pueblo por la calle
principal cuando venían del monte! Cada una sin tocarlas se iba a su cuadra.
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