Está torcida, seguramente porque se rompió de joven, o por los empujes del cierzo, pero ha tenido la fuerza de seguir adelante y crecer bien robusta. En el invierno se queda desnuda pero ahora será la primera en brotar, por eso, los abedules eran sagrados para los celtas, porque eran el símbolo de la renovación y del comienzo. Su nombre celta era betu y el científico es betulia pendula. Con esa imagen empecé el blog y es la que más me gusta. Hoy le he hecho una foto con su sin-traje del invierno, desnuda del todo, pero cuando empiece a brotar parecerá que va vestida de reina, pues sus hojas bailarinas le hacen muchos guiños al agua y al sol, formando una imagen de transparencias que me encanta.
A mi también me gusta mucho esta foto, ademas cuando abro tu blog y la tienes como cabecera el solo mirarla me hace sentir el bienestar que dan el sol y la sombra de los arboles.
ResponderEliminarMe hubiera gustado verte buscando a Bolo para ver con que estaba haciendo el ruidito jajaja.
Besets.
Ayer nos reíamos con Pepa cuando se lo conté.
Eliminar¿No hay otro encuadre donde se pueda ver la curvatura del tronco?
ResponderEliminarJusto delante hay una barandilla metálica que no quiero sacar y me gusta que salga el embalse debajo. Tengo otras fotos pero me gustó más ésta, ya las sacaré.
EliminarMuy bonita!
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