Según el Dalai Lama, debemos empezar “identificando los factores que nos hacen felices y aquellos que nos producen sufrimiento”. El paso siguiente consiste en “suprimir gradualmente los factores que nos conducen al sufrimiento y fomentar los que nos conducen a la felicidad”.
“El optimismo es como una profecía que se cumple por si misma. Las personas optimistas presagian que alcanzaran lo que desean, perseveran, y la gente responde bien a su entusiasmo. Esta actitud les da ventaja en el campo de la salud, del amor, del trabajo y del juego, lo que a su vez revalida su predicción optimista”.
(Susan C. Vaughan)
Del blog "Calidad de vida en adultos y personas mayores"